UNA RUTA POR EL CASCO HISTÓRICO DE MÁLAGA
DÍA 1
DÍA 1
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Vistas de la Bahía de Málaga desde Gibralfaro. Foto: Beatriz Rodríguez |
La bahía de Málaga está rodeada de cadenas montañosas. De ahí su olor a sal mientras te rodeas de pinos, alcornoques, nogales, chopos y encinas. Aunque si un perfume nos embriaga al viajar a Málaga, sin duda es el de las biznagas. Los biznageros, personajes típicos de la ciudad, las venden en cada esquina de este lugar lleno de encanto. Estamos hablando de la flor típica de la ciudad, formada por un cardo que acoje a un ramillete de jazmines. Existe una escultura de un biznaguero situada en los Jardines de Pedro Luis Alonso, situados junto al Ayuntamiento de la ciudad.
Permitenos recomendarte una ruta por Málaga si estás pensando visitar la ciudad "boquerona". Ese es el apodo de los malagueños, "boquerones" y "boqueronas", y se lo deben al plato principal en cada mesa, el boquerón. Ya sea frito o en vinagre. Si has aterrizado en el aeropuerto de Málaga cogerás un autobus al centro de la ciudad, o quizás has llegado en tren... antes de comenzar, vamos a organizarnos. Siéntate a tomar una caña bien fría y "bien tirada" en la CafeteriaRestauranteJuandi y pide una tapita de boquerones. No te olvides de que sea una cerveza Victoria "malagueña y exquisita". Si es muy temprano puedes decantarte por un buen desayuno. Pídete un buen "pitufo" o un "mollete antequerano", exquisitos bocados típicamente malagueños. En esta ciudad no existe el sentido del tiempo, los relojes se paran. Existe el ahora, ¡déjate llevar que estás de vacaciones!
Estamos sentados en una terraza al sol, a sólo diez minutos a pie del casco histórico de la ciudad. Vamos a dar un paseo. Recorre calle cuarteles hasta llegar al puente de La Aurora y cruzalo. Si giras a la derecha podrás observar al fondo un edificio blanco, es el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. Si eres amante del arte, te recomendamos una visita a este moderno y reciente museo. CAC
Si no tienes ganas de museos, sigue a la izquierda hasta el principio de la Alameda Principal. Esta amplia avenida es la arteria del centro de Málaga. Las principales calles desembocan en esta alameda. Avanzando por la acera de la izquierda en sentido ascendente, podemos hacer una breve parada en la taberna Antigua Casa de Guardia para probar un vinito dulce o seco, de las variedades Pedro Jiménez o Moscatel. Esta taberna lleva fabricando vino típicamente malagueño desde 1840.
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Calle Marqués de Larios. Foto: Ana Vera |
Recorriéndola llegamos a la calle Marqués de Larios. Al otro lado, la famosa plaza de la Marina que mira cara a cara al edificio del puerto de Málaga. Dejamos la Plaza de la Marina y subimos por la peatonal calle Larios. La columna vertebral del casco histórico se muestra llena de vida a cualquier hora, musicos callejeros, mimos, payasos, malagueños de todas las edades, pequeños y grandes negocios a rebosar, y visitantes de todas las nacionalidades. La calle Marqués de Larios es la quinta calle comercial más cara de España.
Subiendo a la izquierda encontramos la siempre repleta y elegante cafetería Lepanto, o un poco más arriba podemos tomar un helado artesanal en la antigua heladería Casa Mira, inaugurada en 1890. Un poco más arriba, una pequeña callejuela a la izquierda nos llevará a la soleada Plaza de Las flores, conocida como el saloncito de Málaga y llena de terracitas. La calle Larios desemboca en la Plaza de la Constitución.
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Pasaje de Chinitas. Málaga. Foto: Ana Vera |
Hemos llegado a la Plaza de la Constitución. Antigua Plaza Mayor de la ciudad. La plaza de las cuatro calles. De esta plaza sale otro pequeño callejón comercial, el Pasaje Heredia.
Además, destacan dos edificios, el consulado; y junto a él, el antiguo colegio de los Jesuitas casi al inicio de la calle de la Compañía que desemboca en la plaza. Si seguimos por esta estrecha calle de trazado urbano musulmán, llegaremos al Museo Carmen Thyssen-Bornemisza
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Plaza De la Constitución. |
Subiendo por calle Granada, y casi a la altura del edificio que acoje el periódico malagueño "La Opinión de Málaga". Nos encontramos diversas tasquitas y tabernas donde tomar un vino. Por ejemplo, La Campana o Restaurante El Piyayo.
Pasando La Campana podemos girar a la izquierda tomando la calle de la Plaza Uncibai para visitar la plaza del mismo nombre, o seguir por calle Granada hasta el punto en el que hace esquina con calle Beatas (una calle con mucha vida noctura llena de pubs).
Estamos en este cruce de calle Granada con Beatas donde hay una pequeña plaza y un mítico puesto de patatas asadas en el ángulo de calle Granada con la calle San Agustín. Si aún no hemos comido, ésta es una opción rápida. O bien un trozo de pizza en la pizzería Trastevere en esta misma placita.
Justo en la calle San Agustín está el Museo Picasso. El museo no cierra al medio día, por lo que podemos aprovechar para visitarlo. La calle San Agustín es una calle empedrada llena de pequeños cafés y teterías. Allí está la Iglesia San Agustín, y al fondo de la misma, la Catedral de Málaga. Pero esta no es nuestra ruta. Seguimos por calle Granada, donde está la antigua taberna El Pimpi. Un caserón malagueño del siglo XVIII con una decoración muy andaluza. El Pimpi está lleno de barriles de vino, botas de crianza en las que han estampado su firma a lo largo de los años personajes como Antonio Gala o Antonio Banderas. Es digno de ver con sus acojedores salones o su patio interior. Calle Granada desemboca en la Plaza de la Merced.
En el centro de la siempre transitada Plaza de la Merced, está el obelisco en homenaje al General Torrijos. Aquí se encuentra también la Casa Natal Picasso.
En la plaza podemos compartir un banco con la estatua del pintor. Una estatua que ha estado inmersa en la polémica porque ha sido arrancada del banco en el que está anclada en alguna ocasión para "sentarla en otro lado". Muchos hablan de acto bandálico, otros de pasear a Picasso para que no se aburra...Podemos tomar un café en una de sus muchas y siempre animadas, terracitas al sol.
Y como hemos recuperado energías, y la tarde es larga. Junto a la Plaza de La Merced, está la Plaza de María Guerrero. Cogeremos la calle Alcazabilla, que como su nombre indica, es una calle peatonal que nos llevara a los bajos de la ladera donde está ubicada la Alcazaba. En sentido descendente están los Cines Albéniz de estilo californiano, y junto a estos, el centro de interpretación y el Teatro Romano, descubierto en 1951. En la calle hay una pirámide de cristal a través de la cual se pueden ver los restos arqueológicos de la excavación. También en Alcazabilla hay una gran terraza que es la parte trasera del conocido Pimpi. Aquí podemos tapear algo si es la hora de la cena y dejar para mañana por la mañana la Catedral.
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Calle Alcazabilla de Málaga. Foto: Beatriz Rodríguez |
Al final de la calle se encuentra el Palacio de la Aduana. Sede del museo de Málaga. Alcazabilla hace esquina con la calle Cister, que nos llevará directamente a la Catedral de Málaga, llamada con cariño "la manquita" por todos los malagueños. Esta puede ser nuestro fin de ruta, o nuestro inicio al día siguiente. La Catedral tiene dos entradas. La fachada principal se encuentra en la Plaza del Obispo, donde está el Palacio Episcopal de Málaga. Os aconsejamos terminar la tarde-noche con un cocktel sentados en los sillones del bar Cheers (ambientado en la serie de televisión del mismo nombre) y disfrutando de unas palomitas. Ninguna película tiene nada que enviarle a las vistas de "la manquita" como broche a este día. Si tu intención es disfrutar de la noche malagueña, Málaga es una ciudad con mucha vida nocturna. Prueba, por ejemplo, a tomar una copa al aire libre en la Plaza Mitjana. El resto de la noche se escribirá sóla.
DÍA 2
¡Buenos días! Si la resaca te lo permite, ponte en marcha temprano. Si no viste ayer la Catedral, ya sabes por dónde deberías empezar la mañana. Si ayer hiciste todos los deberes, hoy volveremos a la calle Alcazabilla para visitar La Alcazaba. Justo allí está su entrada. Si es domingo, quizá prefieras empezar por visitar el Castillo Gibralfaro, te damos un dato: por la tarde, la entrada a La Alcazaba es gratuita. Necesitarás más o menos una hora para ésta visita.
Luego te proponemos una caminata por el Paseo del parque de Málaga. En el lado norte, irás observando diferentes edificios: La Aduana, la Casa del Jardinero Mayor, el Edificio de Correos, la sede del Banco de España y por último el Ayuntamiento de Málaga con su jardín lateral, los Jardines de Pedro Luis Alonso. En estos jardines está la escultura del biznaguero. Famoso personaje malagueño que vende por las calles la flor típica de la ciudad: la biznaga.
En el lado sur del parque hay un jardín en el que podremos ver muchas especies raras como por ejemplo, el palo borracho. Allí también hay muchas esculturas. Las más famosas son la figura del "fiestero" que representa a un hombre vestido con el traje típico del folclore de la sierra malagueña, los verdiales; y una estatua del burrito platero. Otra escultra importante malagueña es la de "el cenachero" situada en la plaza de la marina.
Pero seguimos paseando por el parque hasta la Plaza del General Torrijos, donde está la plaza de toros "La Malagueta". Podemos coger el autobus número 35 para subir al Castillo de Gibralfaro que sale desde el parque, o hacerlo a pie atravesando el túnel o subiendo por los jardines de Puerta Oscura. Son unos 20 minutos a pie. Si has subido a pie, te recomendamos que tomes un refresco en la terraza del Parador antes de continuar tu visita para recorrer las murallas del castillo. Las vistas son las mejores de Málaga.
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Vistas de Málaga desde Gibralfaro. Foto: Ana Vera |
Si es la hora de comer, deberías visitar el moderno muelle 1 en el puerto de la ciudad. Está repleto de restaurantes donde tomar algo y reponer fuerzas. Los atardeceres desde aquí son preciosos, y también sentarse a cenar. Cuando cae la noche se puede disfrutar de un paisaje mágico de ensueño: La Alcazaba y Gibralfaro iluminados en la ladera de la montaña. Es el sabor que queremos que te lleves. Málaga, bien merecía esta visita.
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